Integrar y fortalecer la mente

 
 
 

Ser escuchados de un modo auténtico, respetuoso, acogedor, profundo, comprensivo y compasivo es algo que nos ayuda a cuidar el alma. Otra forma de expresarlo es decir que nos ayuda a entrar en un contacto y relación positivos y constructivos con nuestro mundo, vida y procesos mentales. Contacto y relación positivos y constructivos que requieren la actividad de áreas cerebrales cuya activación propicia un funcionamiento psicológico más consciente, integrado y armonioso, y cuyo fortalecimiento favorece el desarrollo de una mente más saludable, fuerte y resiliente, contribuyendo con todo ello a un mayor equilibrio, eficacia y bienestar personales.

 

La zona cerebral en cuestión es el área cortical prefrontal medial, cuyas capacidades y funciones, según el dr. Daniel J. Siegel, son las siguientes:

 

  • Mantener la coordinación y el equilibrio entre el sistema nervioso autónomo y los órganos del cuerpo cuyo funcionamiento regula.

  • Equilibrar las emociones. Sin este equilibrio, caemos en una excitación excesiva o insuficiente, y perdemos la ecuanimidad, la cual nos ayuda a mantener la mente clara y centrada frente a las tormentas exteriores o interiores.

  • Modular el miedo y calmar la agitación.

  • Hacer una pausa reflexiva antes de responder, y refrenar así los impulsos el tiempo suficiente para ser plenamente conscientes de lo que sucede, y elegir conscientemente la mejor respuesta de que disponemos.

  • Percibir, conocer y ser testigos de nuestra propia mente.

  • Acceder a la sabiduría de nuestro cuerpo, ésa de la que hablamos como “pálpitos”, “corazonadas”, etc., y que sentimos como sensaciones corporales.

  • Sintonizar y conectar con los demás.

  • Empatizar con los demás, ver desde el punto de vista de la otra persona.

  • Pensar y actuar teniendo en cuenta el bien común.

 

Funciones que dan cuenta del funcionamiento psicológico más consciente, integrado y armonioso antes mencionado.